Probablemente algún día hayas llegado a mi blog y estés leyendo esto.
Probablemente nunca lo leas.
Probablemente nunca más hablemos porque lo último que quieres saber es de mí.
Pero bueno, podré vivir con la certeza de que algún día me leerás.
Te amo. Te amé y probablemente te ame hasta que el tiempo me sane. Te amo tanto que terminé lo nuestro. Probablemente no entiendas, me odies y mi existencia hoy sea como la de cualquier ser humano para ti.
¿Por qué María Claudia terminaste conmigo?
Porque lamentablemente pensé con el cerebro y no con el corazón. Y los motivos para estar separado eran más fuertes que para estar juntos en ese momento.
Quiero que tengas en claro que esto no fue fácil para mí. Ser la mala del cuento no es mi nota. Tengo el corazón destrozado. Probablemente no quiera amar a nadie por los próximos años de mi vida. Decirle adiós a alguien que amas es lo más difícil que he hecho. Dejarte me ha hecho sentir ahogada por días enteros. No podía respirar. Me dolía el pecho, me pesaba el corazón, me costaba respirar. Solo si lloraba sentía que me entraba oxígeno.
¿Por qué María Claudia terminaste conmigo?
Porque, como pareja, no te iba a ser feliz. ¿Por qué? Porque me di cuenta todo este tiempo contigo que hay ciertos espacios vacíos entre nosotros, importantes para ti, que yo no llenaba: mi forma de ser, mi forma de exigir, mi carácter. Yo sé que tú querías que yo sea tu alma gemela en la música, no lo era. Yo sé que tú querías que tuviera un amor hacia los animales como tú esperabas, yo no lo tenía. Quizás conocer personas cercanas a ti que eran más compatibles contigo me hizo dar cuenta de que conmigo ibas a llegar a un punto en que me ibas a forzar.
¿O quizás ya estabas forzándolo? Entiendo perfectamente que las personas tenemos tiempos diferentes. Definitivamente tu tiempo y el mío se llevan kilómetros de distancia. Respeto demasiado tu espacio, tu tiempo. Respeto mucho el tiempo que te tomaste en decidir lo nuestro. Pero respeta también que a cualquier persona le hace dudar el que te tome mucho tiempo tomar una decisión. Lamentablemente yo dude. Me demoré, pero dude ¿Por qué? Porque me gustaría estar con una persona que no dude de que me ama. Ni un segundo. Yo sé que dudaste, que te asustaste, que te abrumó. No pasa nada. Está bien. No me iba a molestar. Pudiste habérmelo dicho y yo iba a entender.
Probablemente al final ya estabas convencido de que yo no iba a interrumpir tu vida como lo hice la última vez, pero igual sentías mi presión. No es que me haya molestado que no vayamos a mi ritmo. No es que me haya encaprichado con que me “firmes”. Simplemente ponte en mi lugar ¿Cómo debo sentirme si yo estoy 100% segura de lo que quiero por meses y tú aún no? ¿Qué estamos en ritmos distintos, no? Lo estábamos.
Por otro lado, créelo o no, terminé porque pensé en ti antes que en mí. Sincerémonos ¿Crees que vas a estar conmigo para toda tu vida? ¿Cuánto tiempo más íbamos a estar juntos? ¿Uno, dos años más? ¿Y a los 28 ibas a decidir vivir? De lo poco que te conozco que conmigo eres una persona muy feliz, pero sin mí lo eras más. Por lo menos este año, que estuviste sin mí, estuviste muy bien.
Con esto también quería hacerte entender que hay una gran diferencia entre amor y costumbre. Yo sé que amor nunca dejó de haber entre nosotros, pero probablemente no el amor que estábamos buscando. Yo sé que me dijiste que tú sabías que yo no era un “capricho” porque tuviste la oportunidad de evaluarlo. Yo no he tenido esa oportunidad. Y sinceramente, es imposible que hayas tenido esa oportunidad habiendo estado paralelamente hablando conmigo. Esa oportunidad se tiene cuando estas SOLO ¿Qué pasa si llegaba el amor de tu vida y yo sigo ahí, hablándote? Obviamente le ibas a decir que no, porque yo sigo ahí. Diferente es si estamos ambos separados y EFECTIVAMENTE, SEPARADOS, aún nos necesitamos. Si así se me presente el rey de España, yo te quiero a ti, es que definitivamente no eres mi capricho.
Créeme que lo que más me duele es perderte. No como enamorado, porque lamentablemente lo que tuvimos todo este año no era una relación amorosa. Eras mi mejor amigo. Eras mi apoyo. Mi hombro. Mi escapada. Me llegaste a conocer de una manera que me asusta porque nadie más lo hará.
Quiero que sepas que te pido perdón si te he causado alguna tristeza. Sabía que tenía que pagar esa consecuencia. Sabía que mi decisión no te iba a gustar. Ver tu cara ese día ha sido lo más doloroso que te sentido en años. Si hubiera podido abrazarte para pegarme las piecitas que tenía rotas lo hubiera hecho. Perdóname.
Espero que con el tiempo estés bien. Yo esté bien. Crezcamos. Solos. Espero que con el tiempo seas feliz. No hay nada en este mundo que quiera tanto que seas FELIZ. Espero que con el tiempo nos podamos sentar a conversar. Vamos a donde quieras. Fúmate el cigarro que quieras, no te voy a molestar. Cuéntame de ti, de tus logros, de tus alegrías, de tus tristezas, de quienes te enamoraste, de cuántos corazones rompiste. Cuéntame de Oslo. Muéstrame tus covers, tus playlists, háblame de tus viajes, de cuál será tu siguiente destino.
Espero con ansias ese día. En donde estés bien y seguro de lo que quieres. Y yo también.
Probablemente ese día sabremos si somos el uno para el otro, en cualquier tipo de relación que tengamos.
Confía en mí. Para lo que quieras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario